A UNIÃO INDIVISÍVEL DOS TRÊS SAGRADOS CORAÇÕES

São José

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sábado, 25 de novembro de 2017

La mayoría del Pueblo de Mi Hijo espera el inicio de las señales y signos que les digan que ya se encuentran en la Purificación y Yo como Madre, Me duelo ante tal negación al mirar lo que ya sucede en toda la Tierra.



MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
21 DE NOVIEMBRE DEL 2017


Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:

LA PAZ Y EL AMOR DE MI HIJO SEAN PARA USTEDES EL AGUA FRESCA QUE LES MANTENGA EN UNA CONTINUA RENOVACIÓN ESPIRITUAL.

Vengo a traerles las Palabras que son Voluntad del Padre para que todos retomen la verdadera esencia de la Fe.

Son criaturas de Dios y como tales, se encuentran capacitadas para renacer en el espíritu, para ser criaturas de bien y dejar de lado los trajes del hombre viejo con que se engalanaban para ser admiradas por sus hermanos.

Viven en el mundo, pero no son del mundo.

No viven para competir en el plano material…
No viven para ocultar los Signos de los Tiempos por temor…
No viven para cuestionar por qué o para qué Dios permite algo…
Viven en la observancia de cuanto realiza el hermano, pero pasan desapercibidos cuantos errores poseen, los disimulan para continuar en el pecado…
Viven a medias la espiritualidad, con oraciones vacías y cantos sin sentido que para nada atinan en el espíritu.

TIENEN QUE OBEDECER TOTALMENTE HASTA LLEGAR A ANULARSE USTEDES PARA QUE MI HIJO VIVA EN CADA UNO Y NO SEA LA VOLUNTAD HUMANA LA QUE PREVALEZCA, SINO LA DIVINA.

No toman con la seriedad debida Mis Palabras, consideran falaz el que vayan a ser testigos del cambio en el cual se han sumergido y el que continúa creciendo como las olas de un mar embravecido.  Esta generación se encuentra viviendo los cambios más esperados por quienes se han detenido a mirar cuáles son los Signos de este instante y se han permeabilizado de estos cambios y los miran sin importancia.

La sutileza de satanás se ha adentrado en la Iglesia de Mi Hijo para que esta Iglesia parezca continuar siendo de Mi Hijo, sin ser totalmente obediente a Él.


Ustedes, hijos de Mi Corazón Inmaculado, no poseen lo que debieran al ser hijos de Mi Hijo, si no que les han dado migajas, no todo el banquete. Esto para que sean arrancados del Pueblo fiel en cuanto el Pueblo de Mi Hijo disminuya. El mal y sus huestes mantienen mayores posibilidades para engañarles hasta el punto de llevarles a vivir dentro de la total indiferencia e irrespeto hacia el Padre, hacia el Hijo y hacia el Espíritu Santo.

AVANZAN, PERO PASANDO POR EL PUNTO ÁLGIDO EN DONDE LA CONFUSIÓN LES PUEDE DEJAR CON CEGUERA ESPIRITUAL, Y SOBRE TODO A QUIENES NO CONOCEN LA PALABRA DE MI HIJO Y SE SUMEN EN LAS PEQUEÑECES DE LA FALSA RELIGIOSIDAD.

En este instante Mis hijos son presa de los que distorsionando la Palabra de Mi Hijo dentro de Su Iglesia, llevan al Pueblo a cometer abusos, desechando la Palabra Divina, de la que no se deben alejar y dentro de la cual deben vivir.

El hombre se apega a lo mundano, a lo material, a la sociedad, a lo que es su comodidad y desprecia el Llamado de Mi Hijo para que retome una Vida Nueva. Les he mencionado que son llamados a la santidad y se detienen, ya que no confían en las fuerzas que el Espíritu Santo derrama en aquellos que se mantienen luchando por ascender y ser vasos vacíos para que el Espíritu Santo les llene.

Es importante la oración de cada uno de ustedes, hijos Míos, pero no la oración repetitiva, sin sentir la palabra pronunciada en cada oración.

LA ORACIÓN DEBE NACER EN LA CRIATURA, FLUIR DEL CORAZÓN, SER LLEVADA AL CONOCIMIENTO, DE AHÍ A LA RAZÓN Y ASÍ EL CORAZÓN HUMANO LA ELEVA CON VERDADERO SENTIMIENTO, CONSCIENCIA, RESPETO Y ACCIÓN DE GRACIAS A LA TRINIDAD SACROSANTA.

El hombre no debe dormir en este instante, debe procurar adentrarse profundamente en el Camino de Mi Hijo para que nada le turbe y nadie le extravíe.

La mayoría del Pueblo de Mi Hijo espera el inicio de las señales y signos que les digan que ya se encuentran en la Purificación y Yo como Madre, Me duelo ante tal negación al mirar lo que ya sucede en toda la Tierra.  

Hijitos, los embates de la Naturaleza, lo que la ciencia misma no ha logrado explicar al darse eventos que no se han dado antes e inesperados signos, ruidos, cambios en la Naturaleza y en los hombres que no desean mirar, que se mantienen bajo la influencia de la luna y del sol y de la misma Naturaleza y de la acción del demonio ante la falta de Dios en el hombre. SI UN HOMBRE NO SABE VIVIR EN EL AMOR DE MI HIJO, NO LOGRARÁ VENCER LOS CONSTANTES Y VARIABLES ESTADOS DE ÁNIMO EN LOS QUE VIVE EN ESTE INSTANTE, DADO QUE RECIBE LA INFLUENCIA SATÁNICA IMPLICADA EN TODO LO QUE LE RODEA

Esperan que el mal llegue a enfrentarles con armas o con propuestas, así no actúa el ladrón de almas, sino actúa solapadamente, sin ser visto ni sentido para que el hombre no se ponga en guardia.

En todo instante algunos han negado la palabra de los profetas con el fin de que el Pueblo de Mi Hijo no se prepare. En este instante niegan a Mi profeta y atacan lo que predica, olvidando que no es su palabra, sino la Palabra Divina la que ella predica. La Humanidad acoge lo que no tiene que acoger y desecha la Palabra que llega a quitarles la venda de los ojos para que descubran que son hijos de Dios y  asciendan y vivan en comunión con Mi Hijo.

Hijos amados:

NO SE TURBEN, NO SE ESPANTEN, MAYORES COSAS PASARÁN Y TIENEN QUE MANTENER LA FE VIVA, LA CALMA Y EL DESEO DE ADENTRARSE Y AL FINAL, FUSIONARSE CON LA VOLUNTAD DIVINA.

Sean criaturas de buenas obras, no sean envidiosos ni les invada la codicia, ya que el demonio encuentra en esto cultivo para crecer y dañarles como criaturas de Dios.

Si son alertados con esta explicitación de la Voluntad Divina, no la demuelan si no lo creen, continúen en la ignorancia, pero no lancen palabras inútiles que son fáciles de debatir.

USTEDES, HIJOS MÍOS, PENETREN EN LA VERDAD, VIVAN CON EL CORAZÓN PURO Y SEAN RECTOS DE CORAZÓN.

Oren hijos Míos, oren, la peste será descrita para que la Humanidad se alerte.

Oren hijos Míos, oren, la tierra se estremece fuertemente, es el instante de los ¡Ay!... (1)

Oren hijos Míos, la traición entre los países llega y se levantarán con gran ferocidad unos contra otros.

Oren hijos, oren por Portugal, el lamento se escucha por doquier.

Oren hijos, oren por España.

Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, son cantidad de criaturas las que acuden a Mí. En ocasiones Me dicen que no cumplo, pero no miran que la Fe es tan fría que piden sin ni siquiera pensar con Amor o suplicantes, sino con órdenes y Mi Hijo ama la humildad.

De la Casa Paterna llegará el Ángel de Paz (2) y les hablará con la Palabra veraz y les llevará a recordar que Dios es fiel y verdadero. (3)

Les bendigo.

Mamá María

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA

(1) Cfr. Apoc. 8,13
(3) Cfr. Dt. 7,9

 
COMENTARIO DEL INSTRUMENTO

Hermanos:

Tenemos que clamar a Dios ante tanto pecado con el que convive la Humanidad, tenemos que refugiarnos en Dios Nuestro Salvador. Pero como hijos del Altísimo, no podemos caminar con una fe tibia, con una mente que no cree y se desvía constantemente del camino de Cristo.

Hermanos, como nos dice nuestra Madre, no podemos continuar con las manos vacías, llenémoslas de buenas obras a favor de nuestros hermanos. Y creceremos como crece en el corazón del hombre el amor desinteresado hacia el prójimo.

Sabemos que el tiempo es de Dios y no nuestro, que la medida es de Él y no nuestra, por eso no alarmo con lo que es potestad de Dios, pero sí recomiendo avanzar siendo mejores criaturas de Dios, para que Él no nos encuentre dormidos ni despreciando Sus Alertas.

Este instante es del cauto, del sencillo, del que se abre al Amor Divino y en Él encuentra cuanto le hace falta.

Estamos ante la caída de lo que la tecnología ha colocado en el Espacio, los terremotos se hacen sentir de Norte a Sur y de Este a Oeste. Las islas se estremecen y la tierra firme no se librará de estremecerse. Lo que se mantiene firme es la fe del Pueblo de Dios, la fe del que no se contenta con lo que sabe, sino del que escudriña a Su Dios y en ese escudriñar encuentra la grandeza del Amor Divino.

Amén.